Toti,Katia y Leo

Esta al llegar pérdida entre sus pensamientos no se percata que junto a ellas había un macho, Marie vestía un delicado vestido blanco que se traslucía en la luz y podía notar ese conjunto de lencería… llevándome este macho a las cúspides del sacrificio de la cópula entregándome con gran pasión al apareamiento que estoy realizando con un macho que no es mi marido, por primera vez le pongo los cuernos a mi marido y que satisfacción más grande siento con las llegadas de mis líquidos vaginales, soy de este macho su mujer, su puta, me reúno con mi cuñada en la cocina…, diciéndole que ella la autorizó a ponerle los cuernos a su hermano y que ella no esta arrepentida.


Hoy tengo motivos de alegrías, es mi cumpleaños, he dado mi último examen de médico, es decir debo celebrar a lo grande…, ambas mujeres, lujuriosas enloquecedoras y siempre calientes irrefrenables, pensando solo en convulsionarse en la cama con su macho me calentaban…, me preparan una fiesta loca… después de cenar beber bailar y alborotarnos en la salita de estar, ellas se pierden en algunos momentos y vienen vestidas de negligé, esta prenda casi transparente y traslucida me muestra a ambas mujeres sin ropa interior…, las manoseo, las trabajo sexualmente tocando zonas prohibidas al final los tres ardorosos y apasionados carnalmente terminamos en una cama… estas mujeres estaban desesperadas por tenerme acariciándolas en sus cuerpos.

Le quito a Toti su ropa y luego a Katia mientras me desabrocha mi camisa besaba todo el cuello de Toti, me siento a horcajadas sobre Katia esta mueve sus caderas y siento mi erección por encima del pantalón. Es realmente excitante besar a una y calentarse con la otra me desnudo y penetro a Katia mientras a Toti le lamo sus senos y cuello, rápidamente Katia resuella y me apresa por mi cintura cabalgando rápidamente me entrega su orgasmo y gime revolcándose angustiada por su arrebato en el coito. Me desmonto de ella aun con mi pene tieso, duro y sin satisfacerse enterrándoselo a Toti como gime esta, nuevamente soy batido por unas caderas en movimientos, llegamos juntos al final del apareamiento con satisfacciones por ambas partes con besos, gritos y abrazos.

Descansamos y Toti nos cuenta el drama de su cuñada. La cuñada llamada Marie está casada con su hermano menor, Juan, este tenía 32 años y se había casado hace tres años con esta chica que tiene 29 años la chica esta desesperada por el trato que este le da a ella en lo carnal su marido, cuenta…, aun ella no despierta y la tiene penetrada con su pene sin importarle si esta preparada y no dura mas de cinco, seis minutos y descarga su calentura dejando a esta mujer caliente, impetuosa y desesperada por una buena cópula, la hembra llega a llorar por ser bien apareada…

Katia le propone a Toti como regalo de premiación entregarle a su cuñada a Leo, esta lo piensa y siente un hormigueo en su cuerpo de pensar que su macho le pondrá los cuernos a su hermano, pero acepta… llaman a Marie, esta al llegar pérdida entre sus pensamientos no se percata que junto a ellas había un macho, Marie vestía un delicado vestido blanco que se traslucía en la luz y podía notar ese conjunto de lencería de encaje y entallado a su figura; mira sorprendida a su cuñada y al macho…, este le sonrió, ella se estremeció y sin oponerse permite que la tome entre sus brazos en esos brazos al contacto con su cuerpo y luego con sus labios, este macho la besa recorriendo por su piel y justo en estos momento deslizaba sus manos por ese fino vestido acariciando su cuerpo... Marie mira asustadas a ambas mujeres y se percata que ambas sonríen y abren las puertas para que ella sea trasladada a un dormitorio por este macho.

Cierra sus ojos y como venía de una sesión de su marido que la había dejado ardiente por sentirse satisfecha por un macho no se opone, aún más

Siento, cuenta luego Marie un calor que empieza a invadir su cuerpo y tan pronto como se acelera mi respiración, gimiendo mis labios de mi calentura, mi espalda se empieza a curvarse. Me incorporo para besarlo, el intrépido macho me quita el sujetador, y tan pronto ha acabado de hacerlo veo una sonrisa en sus labios, luego baja unos centímetros y hunde su cara entre mis pechos, comienzo a notar su lengua recorriendo uno de mis pezones, puedo notar como mi humedad crece cada vez más en mi entrepiernas.

Me encanta escucharlo gemir mientras mi lengua recorre su pene cada vez más erecto, pero mi venganza es dulce y yo pienso hacer como él lo que no puedo hacer con mi marido, así que no lo voy a dejar activar y no lo dejaré satisfacerse tan fácilmente.

Me sienta a horcajadas sobre sus piernas, noto su duro pene contra mi culo me susurra: serás mía y gritaras de pasión al poseerte.

Me recuesto en la cama y me coloco sobre él. Me introduce su miembro poco a poco mientras estimula mi clítoris y cuando está completamente dentro empiezo a mover mis caderas. Al principio suave, pero al cabo de un par de minutos aumento el ritmo y me restriego cada vez más desesperada sobre él. Empiezo a gemir y a arquear la espalda. Le pido más, necesito más, quiero más. Él sonríe diciéndome pídeme que te llene con mi leche por mi nombre. Necesito sentirlo por completo. Él empieza a moverse también con más brusquedad. Me gira y queda sobre mi cuerpo Mis gemidos están a medio camino entre un grito leve y una súplica para que me de todo de si, y tras decir su nombre, clamarle Leo necesito más, el clímax se apodera de ambos, llevándome este macho a las cúspides del sacrificio de la cópula entregándome con gran pasión al apareamiento que estoy realizando con un macho que no es mi marido, por primera vez le pongo los cuernos a mi marido y que satisfacción más grande siento con las llegadas de mis líquidos vaginales, soy de este macho su mujer, su puta, lo lamento por Juan, pero este chico me alegrara varias veces mis angustias matrimoniales que él no sabe calmar. Siento las calientes espermas vaciada por este macho en mis entrañas llevándome a un nuevo orgasmo apasionado y enloquecedor entregándome por completo a mi nuevo amo.

Mientras él descansa me reúno con mi cuñada en la cocina…, diciéndole que ella la autorizó a ponerle los cuernos a su hermano y que ella no esta arrepentida, por que se satisfizo con este macho como ella deseaba y ahora deseaba más de este macho… Toti se da cuenta que ha despertado a una mujer ardiente a las pasiones de un macho, ella había enseñado a Leo a poseer, cumplir y amorosamente llevarlas a la cúspide del placer a las mujeres satisfaciéndolas, ahora Marie era una de esas mujeres enamoradas del placer de entregarse a su macho, lo lamentaba por su hermano, pero era el precio de no saber satisfacer a su mujer y esta le pondría varias veces mas los cuernos con Leo…