Hola, me llamo Tere y este es el primer relato de mis…travesuras. Soy una mujer de 32 años y desde adolescente me ha gustado calentar a los hombres; me gusta sentirme deseada. Me encanta tener pretendientes –aún cuando estuve casada tuve varios- y si se portan bien y me cuidan, me consienten y tienen atenciones conmigo, pues les presto mi cuerpo un rato. Pero si no, que se que queden con las ganas. Para sean más interesantes los relatos y se calienten imaginando lo que les contaré, me describiré brevemente. Soy morena, algo bajita –mido 1.56- tengo buen cuerpo ya que siempre me gustado hacer ejercicio, yoga, etc., según me dicen tengo buenas bubis –tetas, como les dice cachondamente unos de mis galanes- pero lo que más me devoran los hombres, son mis nalgas, pues tengo cadera y culo paradito. Como verán en los relatos, me encanta el sexo oral, mmmmmm saborear una rica verga o que me lengüeteen la concha. La verdad visto un poco conservadora, no enseño mucho, pues creo que es mejor ser, que parecer. ¿Para qué abaratarse, no? Eso sí, uso ropa interior pequeñita; más que tangas, pantys tipo francés. Si me escriben historias ricas, tal vez les mande algunas fotos de mis pantys o imagínenselas. Bueno, comencemos los relatos.
Tantas cogidas ricas, ¿por dónde comenzar?...
Hace unos tres años fui a un Congreso a la isla de Cuba. En él había participantes de varios países; la mayoría señores ya grandes, pero eso nunca ha sido problema para mí. El día que me tocó dar una conferencia, para festejar y relajarme, al terminar esta fuimos algunos compañeros congresistas y yo a La Bodeguita del Medio a cenar algo y tomar unos mojitos. Luego de varios mojitos, el baile no podía faltar y empezó el cachondeo. Iba un grupo como de 12 personas y muy equilibrado, aunque más hombres. Entre las mujeres iba Betty, mi hermana. Ella también es muy caliente; ha de ser de familia. En el grupo iba un cubano que desde que lo vi en el Congreso me mojé las panties; como se me antojaba. En ese entonces tenía novio, pero se había quedado en nuestro país y como mi hermana es igual de cabrona que yo, le daría rienda suelta a mis antojos sexuales.
En una de esas el cubano, Alex, por fin me invitó a bailar…mmmmmm, qué rico se movía y cómo se me arrimaba. Yo, para subirle la temperatura movía la cadera y le embarraba mis nalgas en su paquete ya duro. Las mexicanas tenemos lo nuestro. Cómo se me antojaba cogérmelo ahí mismo o por lo menos abrirle la bragueta, sacarle su miembro y lamérselo…mmmmmm, me mojo sólo de recordarlo. Los mojitos, los arrimones y la fantasía me subieron cada vez más la temperatura; esa noche tenía que coger, con él o con quien fuera, por lo que al bailar con otras personas también les embarraba mis nalgas para que se animaran. Luego de algunas horas yo ya estaba muy peda y mi hermana se había ido con algunos del grupo a un hotel a bailar, yo ya estaba cansada y algo frustrada por mi calentura inatendida. Alex me acompañó al hotel y durante el camino por fin se animó y me besó, me puso su mano en la rodilla y la fue subiendo lentamente por la parte interna del muslo, yo chorreaba y ya quería me dedeara por lo menos, pero cuando estaba a punto de tocar mi mojada panty bajaba su mano. Qué cabrón, me estaba poniendo a mil! Yo en cambio, acaricié su muslo y enseguida fui hacia su paquete, se sentía delicioso…luego su mano subió por mi cintura hacia mis tetas, me abrió la blusa un poco para tener mejor acceso a ellas, mis pezones estaban como piedras, metió su mano dentro del sostén y me masajeó las tetas directamente; me encanta eso.
-Ahhh, qué rico, Alex. Me tiene ardiendo…
-Y tú a mi, Teresita. Con ese culo y cómo lo mueves. –el taxista se estaba dando un atracón con nuestro faje.
-¿No quieres venir al cuarto?
- Ahorita no puedo, tengo llegar a casa…-él era casado, pero no me importaba, era sólo diversión.
-Mira cómo me dejas, cabrón. Tendré que calmarme yo sola…
-Te prometo que acabando el Congreso te bajo la calentura que traes, mami.
-Más te vale y es mucha –le dije, mientras le agarraba el paquete sobre el pantalón.
Bajé del taxi y todavía bajo la influencia del alcohol y muy caliente, me dirigía zigzagueante a mi cuarto. Me sentía bastante frustrada, pues aunque podría masturbarme al llegar al cuarto, prefería una buena cogida. Al pasar frente al bar del hotel, me encontré con dos congresistas quienes me invitaron una copa. Pensé: ¿por qué no? Tal vez algo surja; aunque nunca había tenido sexo con dos al mismo tiempo, estaba muy caliente y fuera de mí. Platicamos unos minutos y ellos no dejaban de ver mi escote, pues había olvidado cerrar el botón que Alex me había desabrochado, al darme cuenta exageraba mis movimientos para que se abriera más la blusa y se deleitaran con mis tetas. Vean lo que se pueden comer, cabrones, -pensaba. Entonces uno de ello, Miguel, propuso llevarnos unas copas al cuarto para estar más tranquilos. Acepté y a los dos les brillaron los ojitos; seguro su paquete también reaccionó. Cayeron. Miguel pidió que nos subieran los tragos y nos fuimos al elevador. Una vez ahí noté cómo sus bultos crecían y mi panty volvía a mojarse. Entrando al cuarto, nos fuimos al balcón, la brisa era deliciosa, excitante y refrescante a la vez. Enseguida, Miguel me tomó de los hombros dándome un masaje, pocos minutos después tocaron la puerta y Carlos –el otro amigo- fue a la puerta por los tragos, mientras Miguel se me pegó por detrás…qué rico bulto. Seguía masajeando los hombros y ahora bajaba las manos por mi costado hasta la cintura mientras besaba mi cuello. Me estaba calentando delicioso.
- Qué buena vista…-me decía, viendo mis tetas, más que el horizonte.
- ¿En verdad te gusta?
- Deliciosa. –Entonces ponía sus manos en mi vientre y las subía hasta mis tetas. Me comenzó a besar mientras las masajeaba y su bulto se sentía más duro en mis nalgas.
- ¡Qué rica estas, Tere!
- ¿Te parece?
- Como no…¡qué tetas!
- Vamos adentro, no hay que dejar sólo a Carlos. El pobre estaba a punto de irse, pero ese no era mi plan.
Nos sentamos en el sillón con los tragos; yo en medio. Luego de un par de minutos, Miguel que estaba de mi lado derecho, volvió al ataque, me quitó mi bebida y puso ambas en el suelo, luego sin más me recargó en él de espaldas dándole el frente a Carlos, luego me besó y comenzó a desabrochar mi blusa, hasta quedar completamente abierta. Ante tal espectáculo, Carlos se recostó sobre mi y comenzó a lamer mis tetas, mordisqueaba mis pezones…-uyyyyy, qué rico, sigan, sigan.
- Te vamos a llenar tus hoyitos, Teresita.
- ¿Si Migue?
- Si, y te va a encantar putita. –bajó sus manos de las tetas a mis piernas; la subió hasta quedar mi panty a la vista y a mano. Uy, pero si estás empapada –metió su mano dentro de la panty y yo estaba que ardía, ya quería que me cogieran. ¡Qué rico te empapas! ¡Qué cogidota te espera!
- ¡Qué sabrosas tetas, Tere! –Carlos ya me había desabrochado el brassiere.
- Son tuyas, papi, chúpalas, mordisquéalas, haz lo que quieras. Sí, papi, sí. –Miguel me masturbaba y lograba mi primer orgasmo. Más, más, más.
- Se está viniendo la cabrona. –Carlos me mordía los pezones cuando me venía, eso hizo mi orgasmo más rico. Ahora te quiero chupar la concha.
- Lo que quieras…
- Mámamela, Teresita.
Miguel se sentaba en el sillón y yo le desabrochaba el pantalón, le saqué su deliciosa verga y la comencé a lamer y a chupar, mientras lo masturbaba con mi mano. Entretanto, Carlos se había acostado boca arriba y yo estaba sentada en su cara, de tal forma que me estaba comiendo la concha…qué rico la saboreaba.
- Qué rico la mamas, pinche Tere y qué ricas tetas se ven. –Yo seguía con la blusa abierta y sin bra, por lo que mis tetas bailaban alegremente. ¡Ay, qué rico!
- Mmmmmmm…mmmmmmmmmmm….mmmmmmm.
- Sigue, Tere, sigue, preciosa.
- Mmmmmmmm…¿asi? Mmmmmmmmmmm…mmmmmmmmmmmmmmm. –Miguel se quitó la camisa mientras yo seguía saboreando su verga. De lo que se perdió el pendejo de Alex, pensé…me quité la falda y me quedé con la blusa y mi pequeño panty. Dejé a Miguel y me dediqué a quitarle el pantalón a Carlos, que seguía acostado. Al bajarle su boxer, salió su delicioso miembro y enseguida lo metía a mi boca, -mmmmmmmmm…mmmmmmmmm, qué rico sabe tu verga, Charlie.
- La mamas de maravilla, pinche Tere. Se ve que eres bien puta, cabrona.
- Sólo cuando quiero y con quiero.
- Síguele, mami.
- Mmmmmmmmmmm…mmmmmm…mmmmmmmmmmmmmmm. –de repente, estando empinada por la mamada que le propinaba a Carlos, sentí cómo Miguel me tomaba la cintura me movía la panty y me metía su rica verga hasta adentro de un solo empujón. ¡Ay, cabrón! Ay, sí papito, métemela, métemela.
- Síguemela mamando. –Carlos me tomé del cabellos y me estaba cogiendo la boca mientras Miguel me la metía por la concha…qué delicia, ¡mi primer trío!
- Mmmmmmmmmmm…mmmmmmmmmmmmmmmm…mmmmmmmm…qué rico coges, cabrón. Dame más, dame más, dame más…aaaaaaaaaaahhhhhhhh…aaaaaaahhhhhhhhhh….
- Móntame, putita. –me decía Carlos y lo obedecí. Así, así, móntame, sí, así.
- Agárrame las tetas…los pezones…así, cabrón. –de pronto, Carlos me jaló hacia él y quedé acostada sobre él; yo seguía montándolo cuando Miguel me volvió a sorprender y esta vez me la metió en el culo…-aaaaaayyyyyyyyyyyyyy…
- Aaaahhhhhh…qué culo tan apretado, Teresita, qué rico.
- Nunca me…la…habían me…ti…do, por…ahí…aaaaaahhhh-ahhhhhh. Síguanle, cabrones, que me vengooooooooo…mááááááásssss, denme mááááááásssssss…sí, sí, sí. ¡¡¡Cójanme!!!!
- Sí, mamita, qué rica estás. ¡Me vengo! ¡Me vengo! Aaaaaahhhhhhh…
- ¡¡¡¡Me voy a venir en tu culo!!!!! Aaaaahhhhhh….-los dos me llenaron de su deliciosa leche, en la concha y en el culo.
- Sí vénganse…vénganse…aaaaaaahhhhh…aaaaaahhhhhhhh…..aaaaaaaaahhhhhh...guárdenme algo para mi boca…-rápido me levanté, ellos también y vaciaron el resto de su leche en mi boca.
- Aahhhh…¿así?¿te gustó?
- Me encantó…mmmmmmm…qué rica leche…
- Chúpamela –me dijo Miguel, y acabé de ordeñarlo…
Después les contaré otras experiencias que tuve en la Isla…por cierto, a raíz de esta experiencia, me fascinaron los tríos y orgías en general. Ya les contaré una con mi hermana y unos cubanos. Espero les haya…entretenido.
Comencé a notar placer, pues su polla restregándose contra mi clítoris me hizo sentir algún que otro espasmo. Mire otra vez a mi marido. El se la estaba meneando mientras veía como me follaba Ramón. Aquello parecía gustarle. Seguro. Ramón tiene un buen cipote y sabía usarlo como debe ser. Yo levantaba mi culo para que penetrara más a fondo......mientras miraba a mi marido.
Relato erótico enviado por coronelwinston el 16 de March de 2009 a las 17:00:00 - Relato porno leído 131228 veces
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tt_flaquita
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:39) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:17) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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