Buscaron un rincón oscuro del patio y se aventaron un faje tremendo, estaban muy metidos cuando vieron a una pareja que salía de la casa en dirección a ellos, automáticamente se escondieron atrás de unos arbustos para no ser vistos. Eran Pepe y Ana se pararon por done ellos habían estado y se empezaron a caldear sin darse cuenta que eran observados.
Relato
Un paseo por la morbosidad
Luis y Mari eran una pareja de cuarenta y tantos años, los dos habían sido casados pero por circunstancias de la vida ella había quedado viuda y él se había divorciado cuatro años antes de empezar a andar con Mari, ambos tuvieron hijos en sus matrimonios respectivos pero ya eran adultos y no Vivian con ellos, tuvieron una relación de año y medo y luego se casaron.
Llevaban 7 años de casados, eran una pareja feliz y vivían intensamente de su relación, solo la monotonía y la rutina sexual estaba instalándose en su relación sin embargo mantenían buenas relaciones sexuales, ella trabajaba en una consultoría legal y él era encargado de una oficina en una empresa gubernamental, Luis salía del trabajo pasaba por Mari al suyo y se iban a su casa.
Un día Mari estaba esperando a Luis fuera de su trabajo cuando escucho una voz que le llamaba
- Mari, hola, ¿Cómo has estado? ¡tanto tiempo sin verte¡
Ella volteó y pareció reconocer a la mujer que le hablaba, era su amiga Ana de la preparatoria, tenía muchos años de no verla.
- ¡¡ Hoola Ana, que milagro ¡¡ hace tanto tiempo….
Se dieron un afectuoso abrazo, un beso en la mejilla y estuvieron platicando un largo rato de sus respectivas vidas y aficiones, estaban metidas en la conversación cuando llego Luis en su auto.
-ven Luis. Dijo Mari, - te presento a mi amiga Ana, ella estuvo en la prepa conmigo, éramos tan unidas… pero luego se fue a vivir a provincia y no supe más de ella.
Así fue, dijo Ana –me tuve que ir porque a mi papa lo trasladaron de su trabajo a Tijuana, pero ahora vivo aquí cerca del D.F. con Pepe mi esposo, vivimos en San Pablo Atlazalpan por el rumbo de los volcanes, a ver que día pueden ir a la casa a comer, es más porque no van el próximo sábado a una fiesta que le estamos organizando a mi esposo por sus 50 años. ¿Cómo ven?
- Me parece bien. Dijo Luis - ahí estaremos.
Se dieron sus respectivos datos y se despidieron alegremente.
Llegó el sábado y por la mañana Luis y Mari se desayunaron, Luis se puso a lavar su auto y Mari a levantar la cocina y la casa, Mari estaba muy contenta porque conviviría con una de sus mejores amigas de juventud, habían compartido cosas buenas, malas y contadas sus travesuras sexuales con los chicos de su época.
-oye Luis, Dijo Mari, me quiero llevar mi vestido azul pero ¿estará bien que lleve medias? Porque ves que no me gustan las pantimedias.
-uff Amor ¡ya sabes que me encanta como se te ven las medias ¡
Ella se puso su vestido azul que le quedaba muy bonito y acentuaba la sensualidad de sus curvas, se puso medias de seda negra y enfundó sus pies en unas lindas zapatillas negras, se veía altamente sexy, irradiaba una sensualidad seductora que haría que cualquier hombre que la viera tuviera la necesidad morbosa de comérsela con la mirada.
Él se vistió de traje, partieron en su auto rumbo a la fiesta, Mari al subirse al automóvil había subido un poco su vestido dejando ver una buena porción de pierna a la mirada de su marido, que de vez en cuando bajaba la mano para acariciar esos apetitosos muslos, metiendo mano más allá hasta sentir donde terminaba la media y empezaba la tibia piel de la hermosa mujer que iba a su lado. Como era tarde ya estaba oscuro, Luis se orilló en el camino y se abalanzo sobre su mujer dándole un beso mientras le toqueteaba todo su cuerpo, sus senos, sus nalgas y metía su mano en sus piernas, le excitaba sentir la seda de las medias y la carne de esas piernas, subía su mano hasta rozar delicadamente su vagina que ya empezaba a mojarse.
-hay Mari ¡mira cómo estás! ¡Que rico! ¡ESTAS MOJANDO TU PANTALETITA!
Mari estaba pasando los principios de la menopausia y le costaba trabajo lubricarse, pero haberse encontrado a su amiga le hizo acordarse de sus travesuras sexuales de juventud, la sensación de saberse deseada ahí por su hombre y la posibilidad de ser sorprendidos en el coche la habían excitado sobremanera.
Estuvieron fajando un rato, ella acariciaba la verga de Luis y como tenía la mano fría esto lo había puesto como loco de excitación, él le metía mano por donde quería y masturbaba a Mari con entusiasmo febril, hacía mucho tiempo que no se sentían como jovencitos excitándose por las circunstancias que estaban pasando. Terminaron en un orgasmo mutuo y se dispusieron a seguir con su camino.
-¡Que rico estuvo este faje amor! Dijo Luis.
-¿te gustó? Dijo Mari
-¡Siiii ¡¡fue muy rico sentirte mojadita de excitación!
-creo que fue por el morbo de ser sorprendidos por la autoridad. Dijo Mari.
-hay que volverlo a hacer jijijiji
-siiii tienes mucha razón jajaja
Llegaron a la dirección indicada parquearon el auto en un terreno aledaño a la casa y tocaron el timbre. Abrió Ana y los paso a la sala donde habían varias personas de diversas edades, algunos de los hombres presentes no tuvieron recato en su mirada al verla llegar, se veían encantados por la hermosa mujer, Luis se dio cuenta y se sintió orgulloso de su mujer, sabía que era una mujer muy deseable, los presentó, les ofrecieron unas bebidas y se sentaron en un sofá, cuando Ana fue a buscar a su marido, Luis se fijó que Ana llevaba un vestido de botones al frente color crema, algo entallado que dejaba entrever algo de sus pantaletas, se veía realmente riquísima.
- ¡Ya viste a tu amiga? ¡Se le notan un poco las pantis!- Le comento Luis a Mari.
- Si ya me di cuenta… pero tu… que andas viendo… picarón – al tiempo que le tocaba disimuladamente su verga.
- Bueno es que ¡tu amiga está muy bien!
- ¿Está bien O esta buena?
- Bueno está muy buena… jijijiji - en eso Mari le dio un pellizco en su pene a Luis
Ana regresó a la sala acompañada de su marido un hombre de agradable presencia y se los presentó a Luis y Mari, Pepe le dio la mano a Mari, le dio un beso en la mejilla y sin querer con la mano izquierda le rozo parte de sus caderas y sus nalgas, Mari al sentir esto sintió como una pequeña sacudida agradable en su vagina.
Se preguntó porque había sentido eso y se excusó por que venía caliente por lo sucedido con su esposo en el auto minutos antes. Pepe saludo a Luis y le ofreció otra bebida.
La fiesta transcurrió con alegría, platicas interesantes y uno que otro chistorete, realmente la estaban pasando muy bien, luego un grupo musical comenzó a tocar música agradable y algunas parejas empezaron a bailar. Luis y mari bailaron varias melodías, en eso Ana le pidió permiso a Luis para que su marido bailara con Mari, Pepe bailo con Mari y Luis con Ana. Estaban bailando música romántica y Pepe abrazaba a Mari con delicadeza pero a veces se le pegaba mucho, Mari sentía como que a su pareja de baile se le estaba endureciendo el paquete, pero no sabía qué hacer y solo se dejaba llevar, por su parte Luis estaba platicando con Ana mientras bailaban y le mandaba miradas coquetas a Mari y miraba discretamente el apetitoso cuerpo de Ana con sus deliciosos senos y sus suculentas nalgotas
Luego intercambiaron parejas, Mari aprovecho para contarle a su marido.
- ¡qué crees ¡¡como que sentí que se la paro la verga al marido de Ana!
- ¿A poco?
-siiii una que otra vez se pegó mucho a mí y como que sentí su entrepierna dura, y emanaba mucho calor.
-jijiji. ¿Ahora quién es la picara?
-oh no seas payaso, es en serio
-y como no va a estar así, si te ves re buenota ¡mamacita! Imagínate si supiera que traes medias…lo harías venir de excitación.
Mary sintió que a su marido se le respingaba la verga, En eso dejo de sonar la música y se fueron a recorrer la casa buscando el patio para tomar aire fresco, la casa era muy grande, amplios patios, con muchos cuartos y grandes espacios, estaba decorada con buen gusto de acuerdo a la época, recorrieron el patio dándose uno que otro beso cachondo con caricias furtivas, se sentían excitados como hace tiempo no lo estaban. Quizá era por todo lo sucedido aunado a las bebidas, se sentían eufóricos. Buscaron un rincón oscuro del patio y se aventaron un faje tremendo, estaban muy metidos cuando vieron a una pareja que salía de la casa en dirección a ellos, automáticamente se escondieron atrás de unos arbustos para no ser vistos. Eran Pepe y Ana se pararon por done ellos habían estado y se empezaron a caldear sin darse cuenta que eran observados.
-Ana que rica te ves, me encantan tus nalgas ¡mamacita! Dijo Pepe mientras agarraba a su mujer de la cadera, Le besaba la boca y el cuello con tremenda lujuria.
-Ay Pepe que rico te calientas… me excitas cuando te pone así, eres un lascivo… que rico me besas papacito, ahí en el cuello… sabes que me pones cachondísima ahh ahh sii siiii
-tú me pones fogoso con esa ropa que traes, se te ven unos senos deliciosos- pepe le había abierto el vestido y sacado sus pechos, se los besaba, lamia y mordía con ardorosa pasión mientras le subía el vestido agasajándose con ese par de suculentas nalgas de mujer ardiente.
Luis y Mari estaban atónitos por semejante espectáculo, era muy morboso estarlos espiando y no se atrevían a decir nada por no ser descubiertos, Luis estaba sintiendo una terrible erección a punto de estallar disfrutando de ese espectáculo mientras que Mari sentía jugosa su vagina, sentía que le palpitaba fuertemente, inconscientemente quería ser ella la que recibía esas caricias y besos, se mordía los labios para aguantar y no ser descubiertos.
Ana le había bajado el cierre al pantalón de Pepe y le había sacado el miembro erecto y palpitante, lo empezó a masturbar con ardorosa pasión. Mari instintivamente comenzó a masturbar a Luis de la misma manera, seguía tocándose el chochito con acalorada intensidad, era delicioso mirar a esa pareja de amantes. Que morbo, que cochino, que lujurioso momento!
Pepe le había bajado la pantaleta a Ana, la volteo y la penetro por detrás en su vagina que estaba caliente y mojada a más no poder. Estaban parados, el atrás de ella metiendo verga disfrutando de esa mujer que traía los senos al aire y el vestido subido, era una escena maravillosa. Era apasionante ver como estaban cogiendo en la penumbra sin darse cuenta que había otra pareja mirando tan candente escena.
-ahh Ana que rica puchita tienes me coges delicioso, eres una verdadera putita ohh… rico… dijo Pepe.
-te gusta mi amor? A mí me encanta que seas así… ohh que rico más, más, más, asi, asii asi…
-¿asi? ¿Cómo? Dime…
-¿qué crees que no vi cómo te pusiste al bailar con Mari? ¡Vi cómo se te paro tu vergota! Vi cómo te la comías con los ojos, vi tu mirada lasciva, eres un sátiro.
-¿viste mi mirada? ¿Y no viste como te miraba el marido de Mari? No dejaba de poner los ojos en ti, en tu cuerpo, en tus senos y tus ¡antojables nalgas! Te cogía con la mirada Anita, eres una mujer muy excitante y deseable, capaz de despertar las más bajas pasiones y los más morbosos pensamientos… eres una delicia… y te excita saber que los hombres quieren meterte la verga, te deseen y piensen cochinadas.
Mari sintió un poco de enfado con Luis pero al fin y al cabo ella había tenido pensamientos sucios con Pepe y saber que el marido de Ana la deseaba era algo muy morboso y cachondo a la vez que un poco incómodo por estar Luis a su lado, seguían mirando, escuchando y también masturbándose mutuamente. Total había que disfrutar el momento y no habría reproches, tanto ella como Luis estaban en una situación morbosamente rica.
Ana y pepe seguían en ese delicioso escarceo amoroso
-¡Ana! ya vi que te mojaste más cuando te dije que Luis te desea, ¿verdad?, te excita que quiera hacerte suya…que quiera meter su verga en tu panochita rica ¿verdad? Dime Ana. dime por favor
-siiiiiiiii si me gusta que Luis me desee, que quiera sobar mis tetas y mis nalgas, que quiera metérmela toda en mi rajita… me excita sentirme capaz de enloquecer sexualmente a cualquier hombre y más tú que eres un lascivo… también te excitas… también te gusta Mari y te gusta que Luis quiera cogerme hasta venirse rico…. ¡Dime la verdad!
-sii Anita me encanta saber cómo te desean y me gusta cómo te ven lujuriosamente y me excitas mucho cuando me cuentas algo que te hicieron o dijeron en la calle o cuando me cuentas algunas de tus aventuras sexuales que tuviste en tu juventud y que compartiste con tu amiga Mari… eran unas putitas… unas calienta vergas…
Al oír esto Luis como que sintió que Mari le había ocultado algo de su pasado, que significaba eso de que eran unas “calienta vergas”. Eso tendría que preguntárselo a Mari pero en otro momento, ahorita solamente quería disfrutar y estaba a punto de venirse en las manos de Mari, Luis dedeaba de lo lindo la vagina de su esposa la gozaba y la hacía gozar tremendamente hasta que llegaron a un orgasmo ahogado y silencioso pero a la vez placentero y satisfactorio.
Pepe estaba que echaba lumbre de lo caliente que se sentía, era lindo gozar a su mujer, era morboso todas esas cosas que decían y que incrementaban intensamente la lujuria, llenándolos de tanta excitación.
Ohh Ana eres una putita… eres una ricura… me voy a venir… te voy a echar mi leche caliente…ahh siiii siiii asiii
Pepe estallo en una gran descarga de leche caliente inundando el lubricado hoyito de Ana, instantes después ella sintió los espasmos por la culminación de su orgasmo.
Ohh Dios… que rico me vengo papito me vengo aghhhhhhhhhh rico siiii.
Fue un orgasmo largo e intenso, se separaron, se acomodaron la ropa y se dirigieron a la casa con la creencia de no haber sido vistos por nadie, se dispersaron entre la gente de la casa mientras Luis y Mari se recuperaban también de la intensa circunstancia por la que habían pasado. Se acicalaron y entraron también a la casa.
Estuvieron un rato más y se fueron a casa felices por la experiencia, habían despertado sin querer, la lujuria y la morbosidad que ya hacía falta en sus relaciones. Además de que tendrían cosas que contarse para aclarar dudas, pero eso sería en otra oportunidad.
Esa noche había sido un paseo por la morbosidad.
Como mi marido va creando situaciones en las que me convierte en exhibisionista, llegando al grado, no se si planeado o no, llegar a un extremo en que permito que varios de sus amigos me posean, por todas partes de mi cuerpo.
Relato erótico enviado por Anonymous el 22 de January de 2014 a las 21:38:59 - Relato porno leído 219701 veces