Conocí a mi esposa con 21 años y ella 20. Venía de una familia pudiente y ella ya era famosa en mi ciudad . Su belleza había cautivado y pretendientes no le faltaron.
Pero hubo uno que no solo la pretendió sino que la hizo suya y ella aún conserva aquel recuerdo imperdurable.
Relato
Nuestro matrimonio transcurría feliz y ella de vez en cuando , sacaba a relucir su antigua relación para darme celos y ponerme a tono . Seguía siendo mi musa y fantaseaba con entregarla a otro hombre .
Nuestars sesiones en la cama eran de todo menos habituales . Salvo aquellos momentos donde apenas existía tiempo y había que hacer un rapidín.
A menudo en mitad de la noche mi miembro quería juerga y le tocaba a ella y siempre o casi siempre respondía.
Y en el fragor de la oscuridad sin otro ánimo a destacar que la pasión nuestros largos besos y penetraciones muy húmedas acababan con lametones corporales muy sentidos y vistosos.
Aún recuerdo que un lametón que le dí le obligó a llevar un pañuelo al cuello durante una semana.
Ella seguía siendo vistosa y a mi me encantaba su descaro y perversidad.
A menudo coqueteaba con los amigos y les hacía entrar en un dilema , ¿ me tira los tejos o es coqueteo ?.
Pero un buen día un compañero de trabajo se puso muy cachondo con ella y quiso propasarse .
Le tuvo que parar los pies y le areeó un bofetón . También es cierto que habían tenido escarceos libidinosos que ella alimentaba pero su indómita persuasión después de alimentar la pasión , la controlaba y no se entregaba.
Y tras unos años sin ver al amante que la hizo suya , un buen día se encontraron en la calle.
El hombre vivía lejos , se había casado y separado . Mantenía relaciones con mujeres pero aún albergaba añoranzas con mi esposa.
Y ella me contó su encuentro y lo feliz que sería que pudiéramos vernos .
Invítalo a comer le dije .
Y así fue . Los dos tortolitos y yo mirando . Se comían con las miradas. Sus manos se aproximaban y en un momento que fui a la cocina los pillé .
Una vez descubiertos , no negaron que había rescoldo y pidió ella discreción y mirándome me pidió permiso .
Los dos en el sofá empezaron a retozar y a besarse.
Aquello tenía visos de ir a más y mi cuerpo y mente agitados contemplaban el manoseo y deseo sexual
sin saber qué hacer.
Mi musa delante de mi besada por su hombre y celebrando mi mejor fantasía con ella .
Por un momento pensé que menos mal que era la intimidad de nuestro hogar .
Ella me miraba de reojo y yo a su vez la admiraba .
Trasncurrieron más de dos horas entregados al placer donde al final rememoraron aquel encuentro y sellaron de nuevo sus cuerpos y la cópula final.
La despedida no fue muy efusiva , estábamos todos aturdidos por lo ocurrido.
Nunca más volvió.
Y aquella noche yya en la cama , ella tomó mi mano , se acercó a mi y me dió las gracias .
Acto seguido la luz se apago y la oscuridad nos condujo a altas cumbres.
Nos sé el tiempo que trasncurrió pero fue bonito.
Todo empezó en una charla....hasta que Carla me convirtió en Un Marido Dominado, Sumiso y Cornudo
Relato erótico enviado por domo54 el 16 de January de 2009 a las 18:15:48 - Relato porno leído 88076 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:07) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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