Cuando mi amigo Emilio, me dijo esas palabras. La verdad es que pensé que exageraba. Aunque conociéndolo, siempre supe que le decían en el barrio, el príncipe de las putas. Así que con algo de curiosidad, decidí acompañarlo.
Relato
Por lo que no me pareció raro el llegar a un lujoso edificio en la zona céntrica, que además de varios guardias de seguridad, tenía acceso controlado por cámaras. Yo la verdad es que me sentía como pez, pero fuera del agua, por tantas medidas de seguridad. Pero aun y así cuando se abrió el ascensor, y en lugar de apretar un botón al piso al que nos dirigíamos, introdujo una llave, y automáticamente las puertas de ese aparato cerraron, me llenó de más curiosidad, por saber quién era aquella hembra, a la que mi amigo se refería, como la mejor puta de la ciudad.
Apenas se abrieron las puertas del ascensor, en la misma entrada nos recibió, una linda negrita, de muy buen ver, que de no ser por el extremadamente corto trajecito de sirvienta, y por la manera tan respetuosa que nos recibió a Emilio, y a mí. Hubiera pensado que la puta era ella. Pero tras mi amigo saludarla, y decirle algo al oído de manera muy discreta, la negrita atravesando la gran sala, se escabulló a una de la habitaciones. De donde al poco rato salió, y dirigiéndose a mi amigo le dijo. La señorita Lili lo espera ansiosa.
Emilio me hizo señas de que lo siguiera, no sin antes decirme que tuviese la cámara de mi celular, preparada para tomar algunas fotos. Yo siguiendo sus instrucciones, así lo hice. Y al atravesar el pasillo y llegar hasta la habitación donde estaba la tal Lili, me llevé tremenda sorpresa. Ya que la tal Lili resultó ser una pequeña, o mejor dicho, resultó ser una enanita. Yo me quedé con la boca abierta, ya que no me esperaba eso. Ella al ver la sorpresa en mi rostro, sonriendo y dirigiéndose a la joven de servicio, en un simpático y sensual tono de voz, le dijo. Jazmín, sírveles a los señores lo que deseen, y luego te marchas a terminar tus quehaceres.
Lili de inmediato se acercó a Emilio, vistiendo un pequeño y ajustado traje, de color rojo. Sonriendo en todo momento, como si yo no existiera, ella y mi amigo comenzaron a besarse, y mientras lo hacían, al poco rato regresó la tal Jazmín, con una par de tragos en una reluciente bandeja. Yo estaba a punto de retirarme a la sala, cuando Emilio, me dijo. Quédate, para que nos tomes unas cuantas fotos, y al voltear a ver a Lili, la pequeñita mujer, ya estaba prácticamente desnuda, posando para mí, mostrándome alegremente sus pequeñas tetas, su parado culo, y sin vergüenza alguna su depilado coño.
Yo bueno, hice lo que me solicitaron, y así fui viendo paso a paso, como mi amigo Emilio, y la pequeña Lili, luego que él se desnudó, se fueron enredando en besos, caricias y abrazos. Yo estaba sorprendido al ver como esa pequeña mujer, graciosamente hacía que amigo disfrutase plenamente de todo lo que ella al principio le estaba haciendo con su pequeña boca, y manos. La manera en que succionaba la verga de Emilio, me hizo sentir sumamente excitado, y soñando despierto que a quien Lili le daba esa tremenda mamada era a mí.
Yo seguí tomando una que otra foto, sin que ninguno de los dos al parecer se preocupase por ello. Pero al rato en que los avances de Lili y Emilio continuaban, no les mentiré diciendo, que no me sorprendió el ver como la verga de mi amigo, se fue deslizando dentro del aparente pequeño coño de la enana. Digo para mí como que fue algo increíble, y lo mejor de todo era la cara de putita satisfecha que la condenada ponía, así como en ciertos momentos en que Emilio se lo llegaba a enterrar por completo, los ojos de Lili se ponían en blanco. Yo que por joder, mis amigos me dicen el tres patas, pensé que quizás conmigo si no iba a poder joder. Ya me estaba haciendo la idea de poner a mamar a la condenada enana, y desde luego darle hasta por el culo si me lo permitía. Cuando a medida que tanto Lili, y Emilio continuaban follando de lo lindo. Lili dirigiéndose a Emilio le preguntó de manera sensual. Mi amor este es el amigo tuyo, que la tiene mucho más grande que tú, a lo que Emilio, sin dejar de meter y sacar su verga del pequeño coño de ella le dijo, si así es, a él es el que le decimos el burro. Y no por bruto, precisamente.
Lili a medida que yo seguí sacando fotos, se me quedó viendo sin dejar de mover su pequeño culo sobre el cuerpo de Emilio, y me dijo en un tono seductor, deja que te vea la verga, y luego te digo si metemos mano. Yo la verdad es que poco me importaba que Emilio se lo estuviese metiendo, así que algo apresurado me bajé los pantalones y el interior, y al ver Lili mi parado miembro, me dijo. Sabes creo que si podemos, pero antes pasa por donde Jazmín, y dile que de parte mía te atienda como es debido. Y si ella te aguanta, en la próxima ocasión lo hacemos tú y yo.
Yo algo frustrado, acepté de buena gana, ya que la negrita se veía muy bien. Por lo que cuando sujetándome el pantalón con mis manos, me fui a la sala, buscando a Jazmín, y al encontrarla le di el recado de su jefa. La negrita se sonrió, pícaramente, y conduciéndome a uno de las otras habitaciones, lo primero que me dijo al bajarse las pantis, mostrándome su apretado culito, fue. Antes que nada es bueno que sepas que yo soy trasvertí, y que no se lo meto a ningún hombre. Pero cuando me bajé los pantalones, sus ojos se clavaron en mi verga, y sonriendo me pregunto, ¿estás seguro que todo eso es tuyo? Y relamiéndose la boca, agarró mi verga y se la introdujo dentro de su boca.
Bueno no sigo contándoles sobre Jazmín, porque la verdad, mi única intención es enterrárselo a Lili. Y cuando eso suceda se los haré saber…
me tocaba el culo y me morreaba, mientras yo miraba a mi novio, estaba rodeada por tres hombres manoseándome, pellizcándome, seis manos y tres bocas me buscaban ansiosos...mientras ponía cara de cachonda, aun mas de lo que estaba, mientras miraba a mi novio, abriendo mi boquita y jadeando
Relato erótico enviado por culona69 el 20 de September de 2012 a las 00:19:31 - Relato porno leído 156123 veces
Hola me llamo lupita y como lo dice el titulo soy una madura cachonda y muy puta, me encanta el sexo, me gusta que me traten como a una verdadera puta, me encnta que me la metan por el culo y me coman todo mi trasero.
Relato erótico enviado por madura cachonda el 11 de September de 2013 a las 01:05:30 - Relato porno leído 154100 veces
Desde hace más de seis meses, que Antón mi marido, se encuentra preso, y la verdad es que con tres cadenas perpetuas en sus costillas, la única manera de que yo lo vea es, o a través de las rejas, los días de visita, o que él se llegue a fugar, lo cual es un poco menos que imposible. Por lo que comencé a arreglarme para salir a buscar trabajo, en algún restaurante de comida rápida. Fue cuando mi primo, mi hermano, y Darío el hermano de Antón, pasaron a visitarme a casa…
Relato erótico enviado por Narrador el 05 de February de 2015 a las 00:20:40 - Relato porno leído 70436 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:36) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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