Vi coger a una yeguaa y me cogieron a mi

Cuando tenía nueve años, mis padres compraron un campo. Yo jamás había estado en esos lugares, y enseguida quise andar a caballo. El hijo de un peón llegó a la mañana a buscarme. Me subió a uno y él se subió atrás. Me empezó a hablar de las riendas, de como sentarse apretando las piernas contra el caballo, de agarrar las riendas con un poco de pelo para que sepa que uno manda, etc. Así salimos tres días. Mientras andábamos yo sentía que al moverse el caballo, el se arrimaba más ami espalda, y pronto empecé a sentir como crecía su miembro. Yo me corría hacia adelante, pero él hacía galopar al animal y aprovechaba para arrimarme de nuevo, agarrándome de la cintura. No quiero que se caiga, niño me decía. Un día me llevó a un lugar lleno de árboles. "Vamos a escondernos detrás de los árboles para ver como cogen las yeguas.
El ritual de las yeguas es infartante :se ponen con las patas de atrás abiertas y la la cola levantada, cuando el potro la alcanza, le da patadas y sale corriendo. Ese ritual calienta más al potro, que la persigue con furia, y ella repite la operación varias veces, hasta que se mea, y se deja montar . El potro se le sube y la yegua se mueve y lo trata de morder, pero él le mete la pija hasta el fondo y empieza a bombear y aprieta con sus patas delanteras para que la yegua no se mueva. De repente, el potro se arquea , se pone totalmente tenso y la yegua trata de moverse, y lanza algunas coces al aire. Están gozando. Mientras el peón y yo, teníamos las pijas paradas de ver cómo cogían estos animales. Me sorprendío ver el tamaño de la pija del potro, porque nunca se le nota, pero parada es algo enorme. Mi instructor me propuso que nos hagamos la paja. Los dos pelamos las vergas. Entonces él me dice , vos vas a ser la yegua, lamé la pija y salí corriendo, hasta que yo te alcance. Dudé un segindo, pero le besé la pija y salí corriendo.El me alcanzó , me agarró de un brazo y me tiró fácilmente en el pasto.. Luego me dijo que me quede quieta. Así "quieta", y me causó cierto placer escuchar esa palabra en femenino. Trajo la montura del caballo ,la tiró en el suelo y armó una cama. .Era un lugar de ensueño, una arboleda que no dejaba pasar xasi el sol, y la soledad absoluta. Me dijo: Haceme la paja. Yo se la empecé a tocar, y él me enseñó cómo debía pajearlo. Miengtras , me empezó a tocar el culo y las piernas. Ya me desnudó y se desnudó él. Su pierna la pasó encima de mi cuerpo, y me decía que le siguiera tocando la pija. Él me aprisionaba con su pierna. Luego me ordenó que se la chupara. Sos una yegua linda, me decía, te voy a coger como a la yegua de recién. Me dijo : ¿Te gustaba cuando te arrimaba la pija parada arriba del caballo? , Sí le contesté. ¡Viste yo sabía que te iba a gustar coger? Vas a ser mi yeguita todos los días. Ponete boca abajo y abrí las piernas. Yo obedecí sin chistar. Me empezó a llenar el agujerito con saliva, y después , lentamente me la empezó a poner. Al principio me dolió un poco, pero él fue muy susvemente , empujando y poniendo saliva , hasta que me entró toda. Ahora sos como la yegua, la tenés adentro y te gusta. Si le contesté me gusta, gozame, soy tuya, soy tu yegua, mandámela hasta el fondo como hizo el potro, y b0ombeá hasta que gocemos como ellos. Y así fue. Empezó a bombear despacio, abriendo camino, pero despues se fue apurando , hasta que me dijo que iba a cabar. Yo me empecé a tocar mi mi pijita y que estaba a il. ël empezó a acabar, y segundos despues , acabé yo. Fue hermoso, y seguimos haciéndolo todos los días durante ese verano...