Elionor mi contadora

Me envían como colaboradora por algunos meses a una señora madura de unos 45 años, es muy seria y más aun se molesta que su jefe sea un joven de apenas 21 años. Muy prudente y sensata se ubica junto a mi y me dice donde están los documentos para ponerse a trabajar, la observo y le pregunto por que esta molesta y si algo de mi le molesta…, me responde uds. es el jefe y haré lo que solicita…, la miro y le digo, están en tu otra oficina que es la del lado, por que te enviaron tan lejos, aprieta los labios y algunas lagrimas aparecen en sus ojos…, he dado en la parte dolorosa de su traslado, convérsame le digo yo no seré un bocón Elinor no lo comentaré, pero necesito conocerte…, sollozando me dice eres tan joven como mi hijo mayor que tiene 22 años, no se si confiar en ti,

Le quitaba su abrigo dejando cuerpo semi desnudo frente al espejo del vestidor, con sus vestidos muy delgado apretados a su cuerpo, con sus 45 años se cuidaba bastante tenía el pelo rubio, largo y liso, unos pechos grandes, terminaban en unos pezones medianos algo erectos por la sensación de contacto con la tela y ligeramente se notaban el par de juego con las areolas que daban una nota de color a su tirando a blusa. Observara sus nalgas, eran redondeadas ligeramente grandes pero con buena forma, como un corazón invertido, pero para sus 45, seguía siendo bastante apetecible pensé yo emitiendo una pequeña risilla de satisfacción.

Sabe que la estoy observando y me dice pase bien el examen, esa fue mi perdición en el trabajo anterior por que mi jefe abusó y me tuvo para su uso sin importarle que fuera casada o tuviera hijos, por mas de dos años y cuando se aburrió me manda por aquí a esta pequeña ciudad, donde no lo moleste y debo aceptar por que mi marido enfermo no puede trabajar, mis hijos estudian, tengo un buen sueldo y este me permite suministrarle sus gastos de la universidad a los mayores de 22, 20 y 18 años y al menor de 10 años el colegio. Pero me molesta que me lanzaran como perra vieja en desuso por mi amante.

Conmigo no será así le digo, te diré que si pasaste el examen y me excitaste deseándote, pero solo lo haremos si tu deseas…, no termino cuando ella me dice te contaré que soy una mujer caliente casi una ninfomaníaca, me encanta sentirme deseada por los hombres y mas aún si son jóvenes como tú, así que ten cuidado te puedes quemar…, me encantaría caer en tus llamas le digo, la cojo entre mis brazos y desnudándole de su blusa venía sin corpiño, sus senos quedan al aire. Empecé a acariciarle sus pechos, primero cogiéndolos suavemente y apretándolos con la misma suavidad, eran enormes, no podía abarcar uno entero con una sola de mis delicadas manos pero seguía masajeándolos por sectores, cada vez me estaba excitando más y más, su cuerpo respondía poniendo sus pezones duros, haciéndome sentir un intenso placer al mínimo roce con ellos.

La desnudaba de sus vestimentas y aprovechaba de observar su depilado el pubis que con mucho cuidado había dejado una franja de pelo corto, no le gustaba la sensación de ir completamente depilada, le daba un aspecto infantil, como de niña pequeña, ella era toda una mujer. El pelo del pubis era mas oscuro tirando a negro o castaño oscuro, se dibujaba una línea de unos dos dedos de grosor que recorría todo mi monte de Venus como un pequeñísimo erizo, sus labios mayores estaban rasurados y solamente quedaba algo de esa franja peluda al inicio del capuchón de su clítoris. Esa visión de su vulva con el depilado corto pero dejando ver que era una mujer hecha y derecha, apetecible, desesperada por sentirse acoplada por un apareamiento, le gustaba y parecía de lo más sensual esperándome que la dominara clavándole mi miembro en su vagina para poder descargarse de sus desesperados deseos carnales…

La acariciaba y ella me dice promete un cosa que no me destinaras como este desgraciado que después de satisfacerse años en mi me manda lejos…, no le digo serás mía por años y te dejaré preñada y tu seguirás siendo mía…,

Cuando sentía como mi pene ensanchaba su vagina desgarrando sus paredes en un inicial coito gritaba y vociferaba excitada entregándome su cuerpo feliz al apareamiento sin reservas ni oposición ninguna, gustaba de sentirse mi mujer y deseaba ardientemente ser cubierta por mi cuerpo y mi miembro. Si era una ninfomana, educada, pero ninfomaníaca. Como gozaba gustaba de tener este pene de un adolescente, dura como una piedra que la penetrara en su cuerpo, ver su cuerpo desnudo y emanar de ella sus jugos preseminal muerto de excitación al pensar que tenia mi miembro entre sus piernas me excitaba. Como se quejaba y gemía mientras me decía… eres mi amo… eres mi dueño… gózame seré tuya siempre y te seré fiel… ayúdame que yo te ayudaré.

Su marido enfermo la ocupaba como su hembra una o dos veces en el mes y casi siempre tenía que contentarse con una.

Llevé mi mano a su vagina y le introduje el dedo índice muy suavemente con mucha dulzura, como si fuera el pene duro, lo saque al mismo ritmo y empecé a acariciar su pezón con él, la humedad del dedo hacia que se deslizara perfectamente haciendo círculos alrededor de su areola y poniéndolo aun mas duro si cabe, el cual frotaba con movimientos circulares, ascendentes y descendentes. Tenía que lubricar mi dedo continuamente para que la sensación fuera más placentera y mi saliva era un perfecto lubricante capaz de llevarme al cielo con aquella sensación a esta apasionada mujer. Me introduje con mi pene en su vagina comenzando así a realizar un movimiento rítmico introduciéndolos y sacándolos primero suavemente y cada vez un poquito mas rápido. Dentro de esa sintonía rítmica sacaba mi pene por completo y empapados en sus jugos, el mejor lubricante posible, acariciaba de nuevo con mi pene su clítoris en círculos esta vez aplicando más presión que antes y con dos arremetidas más esta gemía y se movía su cadera hacia delante quería nuevamente ser acoplada y deleitarse con un buen apareamiento no le importaba que el macho que la estaba consagrando fuera de la edad de su hijos, ella era feliz y eso le bastaba.

Dos años Elinor lleva formando parte de mi equipo, ella me es fiel en el trabajo y una fiera en la cama y con cualquier mujer que se acerque a mi lado, eres mío y lo mío debo defenderlo me dice cuanto ambos descansamos de nuestras fenomenales entregas donde ella es una grosera mujer en celo entregada a las pasiones de sus pasiones carnales. A lo menos dos veces a la semana me busca para satisfacerse de sus arrebatos carnales que les exigen sus hormonas, ya la he embarazado y tiene una beba de meses en casa, pero ella sigue igual de apetecible, desesperada por sentirse acoplada por un apareamiento, le gustaba y para ella era de lo más sensual esperándome que la dominara clavándole mi miembro en su vagina para poder descargarse de sus desesperados deseos carnales… a sus 47 años seguía igual de fogosa ardiente y como sabe que a mis 23 años necesitaba una juventud en mi cama me busca entre sus amistades una secretaria, encontrándome en su cuñada, esposa de su hermano menor una mujer de 25 años su elección, sabía de las circunstancias que pasaban por el escaso dinero y de sus constantes disputas llegando a veces a separarse para volver a formar pareja, convence a Marjoly la cuñada que ayudando ella en obtener su dinero soluciona sus problemas, esta le dice que nunca a trabajado y teme que la despidan por incapaz, Elinor la desnuda frente a un espejo mostrándole sus atributos físicos, con este cuerpo crees tú que te van a despedir y si eso sucede debes explotar tu cuerpo, no serías solo de mi hermano Herman, tendrías que satisfacer en la cama a dos machos y satisfacerlos bien con eso, tienes trabajo asegurado, le dice… ¿Cómo eso de pertenecer a dos machos? dice esta, no te hagas la puritana se que has tenido otros hombres fuera de mi hermano, a tu jefe le das placer y este te dará empleo, te lo aseguro… te buscaré un empleo con un jefe apasionado, tu lo calmas y trabajo seguro, Marjoly solo comenta pobre Herman, la hermanita que posee.

Dos días después me la trae a mi oficina vestida con una apretada blusa y una corta falda, sobre unos tacones altos que acompañan a sus largas piernas enfundadas en unas medias oscuras, era una exquisitez… luego les comento lo sucedido…