Viole a una dulce secretaria en el baño

Amigos mi nombre es Adolfo y en esta presente historia voy a confesarles como me viole a una de mis sensuales compañeras de trabajo de mi oficina en el baño de mujeres, para esto aproveche una junta para que nadie nos viera. Desde luego aunque los nombres son reales al igual que la historia no voy a incluir apeidos para no delatarme yo solo.
Yo soy un hombre de 35 años de edad, caucásico, piel blanca, pelo negro, ojos color cafés claro, rostro muy varonil y con un poco de barba. Mi cuerpo es esbelto y un poco atlético gracias a que realizo deportes y bueno mi miembro es de tamaño normal pero aun así en violaciones hago sufrir un poco a las nenas con él, pues debo confesar que esta riquísima secretaria que es mi compañera de trabajo no es la primera que me violo, si no desde mis tiempos de colegio pues en total en mis 35 años de vida me he logrado violar a tres mujeres de distintas edades y gracias a mi gran suerte nadie ha sabido que yo soy el violador pues en mi colegio viole a una colegiala, después en la calle a otra y ahora recientemente a esta secretaria es tercera mujer victima de mi.
Rosa así se llama la secretaria que viole, es una mujer de 29 años de edad, caucásica, piel blanca, pelo rubio natural, ojos color verde claros, labios ricos bien deseables y utiliza anteojos. Su cuerpo está en perfecta forma, senos normales, tiene pintadas de rojo sus uñas de pies y manos, pose un rostro my femenino y lo más caliente de ella son sus ricas piernas de puta, diariamente va vestida con trajes femeninos que consiste en falda negra a la altura de las rodillas, blusa escotada blanca con adornos de flores y su abrigo color azul celeste y también utiliza zapatillas de tacón alto. Es mujer soltera de carácter dulce pues siempre está de buen humor y es algo coqueta con los hombres por ello tuve que violármela, ay si no se si tenga novio cosa que no dudo pues es una mujer hermosa y muy sensual, vive en un lindo apartamento de la ciudad de México y se mantiene del mismo trabajo de la oficina, también debo decir que le va bien pues su sueldo es muy cómodo y lleva trabajando dos años en la misma oficina donde yo laboro, sólo que desde luego yo tengo un puesto más alto que ella pues yo soy ejecutivo mientras que ella una simple secretaria.

Bueno como ya dije ella lleva trabajando en mi oficina dos años, tiempo en el que me ha gustado y calentado bastante sin embargo aunque es coqueta no es fácil pues ya hace tiempo quise ser su novio y no me acepto así igual como varios de mis amigos la han querido conquistar pero ella no se deja, incluso me he insinuado para que por lo menos tuviera una sola noche de pasión y sexo con ella más me seguía rechazando. En estos dos años me ha vendo planeando como tener sexo con ella pero nunca podía hasta que se me ocurrió la obscura idea de violarla pero desde luego este plan también trompeaba pues ella nunca estaba sola, a la salida se iba con su grupo de más de cinco amigas y en su apartamento vivía con su compañera de cuarto.

Con todo esto me estaba volviendo loco de obsesión por ella pues me moría de ganas de meter me pene en su deliciosa vaginita, día con día me la pasaba pensando en cómo lograr violármela y ahí comencé a analizar mejor la situación, sabía que durante las juntas de largo tiempo ella solía ir al baño dos o tres veces seguidas y aquí encontré una forma, para mi gran fortuna dentro de un mes sabia que el jefe de todos en la oficina nos llamaría para una junta de presupuesto así que no desaproveche mi gran oportunidad, me prepare y conseguí todo para que nadie ni la policía pudiera descubrirme, así que adquirí todo lo que necesitaba, una mordaza, una máscara, guantes anti huellas digitales, un sedante inyectable y hasta una arma de fuego para someterla. Al fin había llegado el gran día de la junta y ella asistió sin saber lo que estaba yo planeando, como era una junta general todo el personal de la oficina, incluyendo al personal de limpieza asistió a la sala de juntas, como consecuencia el resto del edificio había quedado desierto completamente. Ella fue ese día vestido con su traje color beige que consistía en una falda a la altura de sus rodillas, blusa blanca con escote y un saco del mismo color.

En fin la junta inicio normalmente pero yo ya con las intensiones de violarla ese mismo día, como dije ella acostumbra salir al baño como dos veces en las juntas para refrescarse pues en la oficina hace mucho calor, la junta ya había proseguido en su primera hora y veía que nadie salía de la sala excepto ella que ya había ido una segunda vez al baño, de esta manera me di cuenta que iba al baño aproximadamente cada media hora, así que me dispuse a salir primero que ella, disimuladamente hice yo mismo sonar mi celular para que creyeran que alguien me había llamado urgentemente y tenía que retirarme de la junta sin terminar y así lo hice, pedí permiso con mi jefe y me retire sólo de la sala pues me quede espiando desde mi despacho para ver el siguiente momento de su salida al baño, debo decir que estaba muy nervioso de solo pensar en lo que iba hacer pero no retrocedí ni un segundo, al cabo de diez minutos más de nuevo pude ver cómo fue de nuevo al baño y no lo dude ni un segundo, rápidamente me puse mi mascara para no ser reconocido y me cambie de vestimenta lo más rápido que pude, tome mis herramientas y la seguí despacio al baño. Al entrar por la puerta note que estaba en una de las tazas encerradas en separadores, así que me escondí en otro separador, cuando salió me calenté aun más pues como no sabía que la estaba viendo no se cuido de nada, se subió su falda y se bajo sus bragas color de rosa, ahí pude notar que estaba en su regla pues tenía puesto una toalla femenina con sangre menstrual en toda su vaginita color de rosita, yo estuve viendo como se limpiaba su zona vaginal con papel higiénico muy lentamente y yo no pude resistir más las ganas pues mi verga ya estaba como vara de hierro lista para la guerra.
De inmediato llegue detrás de ella tapándole la boca con una cinta adhesiva, ella quiso gritar pero ya era tarde y como sabia que la junta duraría por lo menos una hora más no me preocupe, ella volteo llorando pero desde luego no pude ver mi rostro por la máscara, luego amordacé sus manos hacia su espalda dejando completamente inmóvil y como soy hombre fuerte no se me dificulto dominarla, mientras que le amenazaba con el arma en voz baja le ordene que obedeciera todos mis caprichos o la ejecutaría. Subí totalmente su falda y la senté en el lava manos con sus ricas piernas bien abiertas y como se había quitado sus bragas de inmediato quedo a mi entere vista toda su rajita vaginal empapada de sangre menstrual, la cual inicie a mamar con mucha delicadeza, lentamente iba pasando mi lengua por toda su vagina bebiéndome cada gota de su regla combinada con su flujo vaginal, esta combinación sabia salidito, ella intentaba huir pero mis amenazas y el arma la asustaron tanto que mejor se dejo hacer, ¡umm! Me sabía bien rico su vagina. Le chupaba su clítoris a mi ancho antojo y ante esto ella dio sus primeros gemidos de placer aunque tenía la boca tapada, yo sentía como sus piernas se ponían más calientes al grado que le seguía comiendo el coño. Besaba sus piernas, su vagina, sus senos y todo su cuerpo como si no hubiera mañana pues sin duda era una mujer que había deseado en tanto tiempo y al fin estaba siendo mía aunque en violación pero por fin estaba logrando tener sexo con ella.
Después de esto sin esperar más libere mi verga que ya me apretaba dentro mi pantalón y la coloque en la entrada de su vaginita, al principio empecé a frotárselo en toda su raja y casi por instinto inicie a metérsela primeramente de manera lenta, sentía bien rico cada milímetro que entraba mi verga en su raja vaginal y luego comencé al mete y saca tan rápido que le hacía vibrar todo su cuerpo, sin duda le estaba disfrutando como a ninguna mujer en mi vida. Mientras la penetraba seguía besándole su cuello y senos con chupadas de drácula, todo duro como media hora más u menos y finalmente solté todo mi semen dentro su vagina y se la saque escurriendo de semen, al sacársela quiso poner de nuevo resistencia pero ya era tarde pues ya me la había violado, ante esto tome la inyección de sedante y se la inyecte en el cuello con esto al instante cayo inconsciente en el piso. Cuidando de que nadie me viera me retire despavoridamente de la oficina sin dejar ni una sola huella. Al día siguiente me entere que había sido llevada al hospital y que no iban a poder descubrir quien fue pues yo tome las medidas de seguridad necesarias.

Ahora unas semanas después ambos seguimos encontrándonos en la oficina sin que sepa que yo fui quien la había violado.