En el verano de 2001 abrí mi primer local de comida rápida y como no tenía oficina mi papá me arrendó un espacio en la suya para poder hacer mis movimientos contables y administrativos. Cuando
Relato
En el verano de 2001 abrí mi primer local de comida rápida y como no tenía oficina mi papá me arrendó un espacio en la suya para poder hacer mis movimientos contables y administrativos. Cuando llegué a trabajar por primera vez noté que la secretaria de mi papá es una muchacha muy atractiva y con un cuerpo espectacular que se llama Sylvia. Ella estaba dispuesta a ayudarme a recibir los artículos de mis proveedores y tomar los recados que yo recibiera
Durante todo el 2001y hasta verano de 2002 iba muy poco a la oficina y básicamente mi contacto con Sylvia era para que me entregara los papeles y artículos que había recibido durante la semana, ya que, mi negocio requería de toda mi atención.
En septiembre de 2002 empecé a darme un poco más mi tiempo y a ordenar un poco la administración de mi negocio, lo que me llevaba a tener que estar más tiempo en la oficina y a estar cerca de Sylvia. Al ser los dos de la misma edad, ella de 32 y yo de 31, platicábamos mucho de los lugares que frecuentábamos los fines de semana y de las amistades con las que salíamos cada uno por nuestro lado y por supuesto que al platicar con ella de otras cosas que no fueran del negocio me sentía muy bien. En una ocasión nos pusimos a hablar de nuestras parejas que habíamos tenido en el pasado y bromeábamos con que nunca nos íbamos a casar con nadie por lo exigentes que eramos con el sexo opuesto. Ninguno de los dos tenemos actualmente pareja.
Para las festividades de diciembre mi negocio marchaba tan bien que decidí regalarle a cada uno de mis empleados un pavo para que lo disfrutaran en la cena de navidad y como Sylvia me había ayudado tanto durante todo el año, también le regalé uno. El día que se lo iba a entregar le llame a la oficina para pedirle que me esperara porque “le tenía una sorpresa”, habíamos quedado de vernos ahí después de las 6:30 PM y a mi por cosas del negocio se me hizo tarde hasta las 8:00, cuando le llamé y me dijo que seguía esperándome para que le entregara su sorpresa.
Cuando por fin llegué a la oficina la puerta ya estaba cerrada y dentro ella era la única que permanecía, pasé y le enseñé el pavo que le tenía de regalo y le gustó mucho el detalle. Nos quedamos platicando un rato de lo que haríamos con nuestras familias en navidad y a la hora de despedirnos ella me dio un tremendo abrazo que sentí lo duro de sus tetas contra mi pecho y eso me hizo volar a mil. Aquel abrazo duró bastante más que unos cuantos segundos y cuando ella intentó separarse de mi la tomé de sus caderas y le di un beso en los labios, al principio se me quedó viendo con cara de no saber ni que hacer y después ella me correspondió con otro beso, en el cual nos quedamos pegados bastante tiempo y yo mientras acariciaba sus nalgas. Después de unos minutos de estarnos besando ella comenzó a acercar su raja a mi ya erecta polla.
Poco a poco ella comenzó a desabrocharme la camisa y yo también a desabrochar la de ella, sentí una gran satisfacción cuando le quité el corpiño y sus tremendas tetas quedaron al aire con los pezones bien parados. Empecé a besarle en el cuello mientras Sylvia desabrochaba mi pantalón, luego me bajé para tener esas hermosas tetas en mi boca y poder chuparle esas grandes pezones bien parados, mientras hacía esto ella empezó con gemidos de placer y a mi me encantaba.
Ya que Sylvia había terminado de desabrocharme el pantalón y sacar mi erecta polla al aire le tomó poco tiempo para arrodillarse frente a mi y empezar a darme la mamada más espectacular que jamás haya tenido, al poco tiempo yo ya me había venido y Sylvia se tragó toda mi leche hasta dejarla seca. Ahora era mi turno de satisfacerla a ella, así que nos movimos hacia su escritorio quitamos unos papeles mientras nos besábamos apasionadamente y le quitaba sus bragas, las cuales ya estaban totalmente mojadas.
Al tenerla acostada de espalda sobre su escritorio pude ver el clítoris más bello que he visto en mi vida, sin dudarlo empecé a jugar con dos dedos en su vagina y al poco tiempo ya estaba lamiéndolo poco a poco, era algo que nunca había hecho pero hasta ese momento era algo fenomenal. Debido a mi poca experiencia en este campo, yo metía y sacaba mis dedos de su vagina y al mismo tiempo lamía su clítoris, fue espectacular el ir descubriendo que cada vez que introducía mi lengua en su raja ella lo disfrutaba más y más, así que decidí empezar a darle un gran placer y no tardo mucho en tener su orgasmo en mi cara, lo que fue lo más delicioso que había probado.
Al terminar me levanté y al verla abierta de patas sobre el escritorio no pude hacer otra cosa que introducirle mi polla en su raja, en un principio empecé con movimientos suaves, pero conforme bombeaba ella me tiraba hacia ella para que le diera cada vez más fuerte, yo sentía lo satisfecha que estaba hasta que nos llegó un tremendo orgasmo a los dos juntos, yo trataba de salirme pero Sylvia me tenía aprensado con sus piernas y no me soltó hasta que eché toda mi leche dentro de ella.
Después de este gran polvo nos quedamos acostados juntos sobre el escritorio y besándonos y platicando de lo maravilloso que había estado.
Eso fue unos días antes de navidad y como yo salí de vacaciones durante enero no había tenido la oportunidad de volverme a juntar con ella, hoy quedamos de salir juntos de la oficina y únicamente estoy esperando a que ella le entregue los pendientes a mi papá para irnos juntos, yo pretendo invitarla a un hotel, espero me diga que si, ya les contaré.
...“Sin embargo tienes que hacer algo para mantener el puesto”.
Ella se calló y al parecer comenzó a adivinar lo que seguía.
-“Ingeniero, no me pida ser su amante. Yo se que tiene esposa e hija”.
-“No, no, no te iba a pedir eso”.
-“¿Entonces?”.
-“Simplemente quiero que me dejes probar de la leche que tienes ahí”.-Le dije apuntándole a las tetas.
La secretaria puso cara de sorpresa...
Relato erótico enviado por charly_bo el 18 de February de 2013 a las 00:00:01 - Relato porno leído 58699 veces
Yo con voz súper aventada y sexy le dije, ¡Esta va a ser mi respuesta! Inmediatamente me subí lentamente mi falda, note claramente como con forme le iba enseñando mis piernas su verga empezó a crecer dentro su pantalón, ya estaba que reventaba de lujuria, yo me quite mi calzón dejándolo a su vista mi zona vaginal.
Relato erótico enviado por Anonymous el 25 de September de 2009 a las 17:28:08 - Relato porno leído 50692 veces