Joan después de haber sido atracada por su jefe, esta mujer estaba sobre excitada y se arqueaba de pasión mordiéndose los labios, la paso a mi oficina y trato de calmarla, pero esta apasionada me abraza de mi cuello y me acaricia buscando mi pene, este al sentirse tocado por una mujer entra en posición de combate y crece hasta hacerme doler, engruesando su glande al ser tomado por esas manos femeninas, no me detengo ni me perturbo bajo mis pantalones acomodando a Joan en un sofá que hay en mi oficina y ahí ella recibe
Relato
La usina
Buscando mejores salarios me he cambiado de trabajo a una empresa de producción minera, esta me contrata por seis meses a prueba y me envía a su planta distribuidora de energía eléctrica ubicada en medio de la sequedad de la planicie pre cordillerana, en donde debemos permanecer una semana en ella y otra semana descansando en casa.
Trabajan aquí don Romualdo Ingeniero Eléctrico y jefe de la planta, un individuo huraño y muy mal genio de 56 años, al cual el resto teme. Además hay dos turnos que se alternan compuesto por un Técnico eléctrico, un ayudante obrero especializado, una secretaria de planificación, otra secretaria de kardex y una mujer del aseo y mantención de alimentos y menestras en la cocina. La alimentación era toda envasada y conservada en frío. Solo los emparedados los hacíamos, pero el pan envasado. Ah, no había restricción a los alimentos.
Como venía como Técnico Superior me toca turno con don Romualdo, para entrenarme…, en verdad de conocimiento nada nuevo me enseñó, pero si en el trato a los demás el era el supremo, si alguien se oponía o a el no le gustaba despedido y venga otro. Las mujeres temblaban ante este juez, quien aprovechando de su cargo las manoseaba y hurgaba por donde el quisiera sin oposición de las mujeres, sabían que si se oponían se les terminaba el trabajo y este era bien pagado.
El ayudante especializado que teníamos en el turno era un viejo que solo aspiraba a que pasara este año y jubilar, no miraba para el lado y decía que cada uno debía cuidarse solo o sino para fuera. Las secretarias una mujeres mayores, pero jóvenes aún la de planificación Joan una señora de 36 años casada con dos hijas de 12 y 10 años a cargo de su madre por que era separada, lo que decía don Romualdo eran ordenes a cumplir y este a veces se pasaba la manoseaba, apremiaba y calentaba para después seguir su camino, quedaba ella viscosa en su entrepiernas y entregada conforme a sus placeres, para luego alterarse quedando ardiente de calentura. La secretaria de kardex, Susana casada con 32 años y tres hijos de 8, 5 y tres años temía a su jefe por que en su último embarazo este había querido despedirla y la salvo su fuero maternal, sabía que debía decir que si a todo lo que este quisiera… y este se aprovechaba la atracaba contra los muebles la humillaba, agraviaba y vejaba, ella callaba por el dinero, su marido chofer de reparto no ganaba buen sueldo como el que ella recibía aquí. Quedaba seducida y excitada cuando este la atracaba, pero jamás la poseía. La señora de mantención era la más madura con sus 40 años y viuda con tres cargas familiares estudiando de 17, 14 y 12 años conocía a don Romualdo desde tiempo y sabía que este era exquisito para elegir sus mujeres, pero cuando las convertía como suyas era terrible y ellas eran su placer sexual continuo y persistente. Todas le temían.
Un atardecer me encuentro en los pasillos con Joan después de haber sido atracada por su jefe, esta mujer estaba sobre excitada y se arqueaba de pasión mordiéndose los labios, la paso a mi oficina y trato de calmarla, pero esta apasionada me abraza de mi cuello y me acaricia buscando mi pene, este al sentirse tocado por una mujer entra en posición de combate y crece hasta hacerme doler, engruesando su glande al ser tomado por esas manos femeninas, no me detengo ni me perturbo bajo mis pantalones acomodando a Joan en un sofá que hay en mi oficina y ahí ella recibe mi campeón entre sus piernas, no hay tiempo a perturbaciones y mi pene entra en gloria y majestad en esa hembra ensanchando su vagina y descomponiendo su matriz con gran gozo de ella y por supuesto del mío. No estamos más de diez minutos en faena y ella entrega sus orgasmos recibiendo como recompensa mis ríos de leche en sus entrañas, entre gemidos y resuellos de placer. Diciéndome he sido tuya, por favor calla, silencio de lo sucedido, tranquila le digo de mí no saldrá ni una palabra…, eso si deseo dormir contigo una noche entera para satisfacerme bien. Ella me mira y me dice ¿quieres ser mi amante?, ¿te la podrás?.... arreglándose sus vestimenta abandona mi oficina.
Ese próximo fin de semana quedo a cargo de la tarea por que el jefe no trabajaba los fines de semana, como nos tocaba la guardia se acerca Joan y me dice esta noche no quiero pasar frío si quieres me acompañas y sonriéndome se aleja…, por supuesto esa noche duerme acompañada, ¡que noche!, por delante y a lo perrito fue mía, casi no dormí, pero no me arrepiento… que hembra. Le acariciaba la barriga de arriba abajo y le metía un dedo en el ombligo jugando con él como si estuviese tocando el timbre, Joan se reía, bajé un poco y mis dedos se situaron a escasos centímetros de su zona vaginal… No te iba a dejar irte, me dice. Tengo el sexo ardiendo…, cede ante tres dedos que entran y salen porque tu sexo… Sigue lo que estás haciendo bien… es para ti, digo, yo me excite… Mi pene estaba descomunal y no podía evitarlo, yo me pegué al culo de Joan, que sintió mi erección en su trasero y se levantó y fue a una habitación que había al lado… Yo cuando vi que se levantó me esperé lo peor,… Pero ella dijo desde esa habitación:
No te iba a dejar irte sin hacerme nada, así que tranquilo, disfrutemos de este momento, esto es solo una ayuda que te estoy dando para que te corras. Tengo el túnel ardiendo y ¡ah! tu pene que me estaba clavando… de primera.
Al otro día apenas pude levantarme.
En la semana el jefe llegó mas vengativo que nunca a la pobre Susana la humilló aprovechó de vejarla y agraviarla atracándola contra los muebles a cada instante, tanto la molestó que esta quedo estimulada y excitada de tantos manoseos y atracones, esta sollozaba en silencio y callaba por el trabajo necesitaba este dinero para la subsistencia de su familia…, paso a su lado y ella huyendo me mira arrebatada por las pasiones despertadas en ella por ese mal jefe, la cojo y meto en mi oficina preguntándole como puedo ayudarla y ella me mira con sus manos entre sus piernas, diciéndome… estoy sacudida y activada por un apareamiento, estoy loca por un macho sacándose sus calzones y recogiendo su vestido sobre su cintura mostrándome una encharcada vagina, la comprendo y sacándome mis pantalones la recuesto en mi diván y comienzo a penetrarla con mi pene, como se movía desesperada, llevaba una semana sin marido y un hombre la había excitado, pero no poseído, necesitaba desahogarse… nos meneábamos unidos en una copula brutal, ella se entregaba desordenadamente a mi miembro buscando alivios a sus desesperados deseos carnales, pronto siento la llegadas de sus orgasmos y abrazándome me dedica una maravillosa y colosal entrega, me llena de besos y me dice nunca seas como este nefasto jefe, gracias por consolarme y se arregla la ropa marchándose.
Pasa la semana y nos toca una de descanso, en verdad debería ser la segunda mía, pero la primera me tuve que quedar para aprender el manejo de la planta, hoy descansaré creo, pero ha llegado a mi hotel Susana quien desea hablar conmigo.
...“Sin embargo tienes que hacer algo para mantener el puesto”.
Ella se calló y al parecer comenzó a adivinar lo que seguía.
-“Ingeniero, no me pida ser su amante. Yo se que tiene esposa e hija”.
-“No, no, no te iba a pedir eso”.
-“¿Entonces?”.
-“Simplemente quiero que me dejes probar de la leche que tienes ahí”.-Le dije apuntándole a las tetas.
La secretaria puso cara de sorpresa...
Relato erótico enviado por charly_bo el 18 de February de 2013 a las 00:00:01 - Relato porno leído 58898 veces
Yo con voz súper aventada y sexy le dije, ¡Esta va a ser mi respuesta! Inmediatamente me subí lentamente mi falda, note claramente como con forme le iba enseñando mis piernas su verga empezó a crecer dentro su pantalón, ya estaba que reventaba de lujuria, yo me quite mi calzón dejándolo a su vista mi zona vaginal.
Relato erótico enviado por Anonymous el 25 de September de 2009 a las 17:28:08 - Relato porno leído 50760 veces