Mis nuevas secretarias

Hoy cumpliré mis 24 años de vida, mis negocios muy bien y creciendo, mis secretarias han cambiado, continua conmigo Laura como secretaria ejecutiva de gerencia, aunque separada de su marido está a mi lado en unión de Florencia quien desarrolla el puesto de secretaria auxiliar de la administración y ayuda en los depósitos y otros papeleos de la oficina, también esta separada del marido.

Ambas viven en mi departamento alternándose para cumplir las labores de sexo en mi cama, lunes y jueves Laura y martes y viernes Florencia. Los otros días descanso o son míos.

Tengo que reconocer que Laura de 32 años actuales, mayor en dos años más que  Florencia, quien tiene hoy , me colman con sus delicadezas  y refinadas entregas de sus cuerpos a los actos carnales, pero Laura se destaca por que siempre desea nuevas posturas y cada vez está mas sobreexcitada y perturbada en el acto de la  entrega de su cuerpo, llegando a veces a pensar que es media ninfomana en sus entregas apasionadas, en verdad me deja agotado, se tumbaba sobre la cama, me atraía hacia ella mientras mi miembro apunta hacia su vientre, ella lo coge con cariño y lo acariciaba con deleite, luego lo acomodaba guiándolo sobre su vulva , se lo enfilaba de un golpe grita desesperada al sentir mi miembro clavándole su vagina y mientras bombeaba este en su vientre Laura levantaba sus piernas y me abrazaba con ellas, sus manos agarradas a las sabanas se apretaban a cada penetración y gemía, se retorcía de placer… mas …. Más decía excitada…, me agarraba la cabeza y me la sobaba para que le diera mas duro y todo esto acompañados de sollozos y gemidos de Laura, cada vez sus quejidos eran más fuertes, con la cabeza agitándose desesperadamente en la almohada, daba gemidos quedamente. Sus senos se movían al compás de mis penetraciones, se las agarraba y empezaba a apretarlas… No seas bruto, me decía y  gemía hasta que se las soltaba cuando inundaba su matriz con mi semen y ella entregaba sus emisiones al tiempo que su cuerpo se estremecía con la llegada de sus orgasmos. Como nos divertíamos y gozábamos.

A veces me exigía a lo perrito, en otras  ocasiones ella gustaba de montarme saltando con mi pene introduciéndose en su vagina como suspiraba y lloraba hasta el término de nuestra conjunción erótica.

Florencia mas dama me permitía poseerla sin grandes aspavientos se entregaba en  su lecho. Llego ese día y la arrastré hacia la cama  me miraba por el espejo que había en la habitación.   Apoyé las manos en la cama, y con sus pies, dándome toquecitos hizo que me abriera de piernas. Acto seguido noté como su pene pugnaba por entrar en mi vagina. Yo me agaché un poco más para facilitarle la entrada y a continuación de un golpe  me la metió. Se agarró a mis pechos y empezaron las embestidas, cada vez más deprisa y más fuertes, yo gemía mientras que me besaba en el cuello. El daba pequeños gruñidos por el esfuerzo que estaba realizando, mientras que yo gemía ruidosamente. Nos mirábamos a reflejados en el espejo. Aquello era tan excitante. Después de unos cuantos empellones más, saco su miembro de mi vulva  y girándome me atraviesa con su miembro mi vagina reclinándome sobre  mi espalda se corrió con un sonoro gemido. Yo todavía no había tenido mi orgasmo y se dio cuenta, me giro y poniéndose de rodillas me abrió las piernas y me hizo que pusiese una de ellas sobre su hombro. Y a continuación empezó a comerme el coño, la verdad es que tarde poco segundos en irme pero él siguió comiéndomelo hasta que pasado unos instantes tuve otro orgasmo. Hacía años que no tenía dos orgasmos tan seguidos, Mi macho, mi amante y nuevo amo lo conseguía a menudo. Como que en estos dos años que llevamos juntos me fecundo una hija que tiene seis meses y nuevamente me tiene preñada.

Tengo una parienta, me cuenta Florencia, que es en verdad ignorante, tiene una hija de 15 años para los estudios media mala, a repetido infinidades de cursos imagínense con esa edad y recién va en sexto de las primarias. Claro que con esos padres no me extraña, con decirte que desean que vaya a trabajar por que con dieciséis años la madre ya era mamá ahora con sus 32 años tiene cuatro crías y no se cuida, buena para ponerle al trago como ella sabe, no sé como no la han dejado embarazada de mas crías con lo alocada que es. Su marido un medio hermano de mi marido por el estilo bueno para andar de bar en bar.

Esta mujer le quiere traer a Florencia la cría para que trabaje y deje de andar loqueando por los prados. Por supuesto Florencia se opone, medio lío me dice.